Basura electoral

No camaradas, esta vez no les voy a hablar de los candidatos o de los partidos políticos en sí, sino de toda la basura que dejan en esta nuestra ciudad, y seguramente en las demás del país. Y es que es extremadamente exagerado (aunque mi expresión también lo sea) el despilfarro en propaganda. Esto parece más una guerra de mercado que una campaña política. Parece que el lema es “sé más visto que los demás para poder ganar”.

Las calles de mi ciudad están atascadas de esta basura. No hay cruce (por insignificante que sea), no hay poste de luz, no hay vialidad que no tenga al menos a tres partidos políticos colgando, estampados o pintados. Nada ni nadie se salva de este ataque visual, de esta contaminación visual. Que vota verde, que vota amarillo, que vota azul, que vota naranja. Qué pinche arco iris tan feo tenemos.

Afean a la ciudad. Obstruyen la vista. En cualquier avenida importante es ya casi imposible leer las señalizaciones. Los promocionales de películas ceden sus espacios a las caras horrendas de l@s candidat@s. Por doquier pululan los volantitos en papel plastificado. Los carteles de plástico clásicos de los postes. Las mantas. Las lonas de vinil. El perredé dando juegos de serpientes y escaleras a los niños de preescolar. El PRI con sus eternas despensas. He llegado a recibir más de diez trípticos en papel ilustración (o como se llame). En el metro te regalan calendarios, volantes, trípticos, dípticos. En las casas dejan propaganda por kilo. ¿Y qué dicen? Realmente nada. Su mensaje está vacío. La idea sólo es venderte la esperanza de mejorar. Y para eso usan a niños, actores, deportistas, dramatizaciones de pésima calidad. Contaminación visual y auditiva.

Todo ese dinero que se invierte en esta contaminación, debería destinarse a algo más social. No niego que los que trabajan en el offset o en la imprenta sean parte de la sociedad y se beneficien con estas campañas. Y sería bueno que ellos mismos fueran recontratados por los partidos políticos para hacerse cargo de la basura generada. Porque estas cosas llegan a permanecer años en la ciudad hasta que son retiradas sólo para dar paso a la nueva propaganda para la nueva elección.

Y ¿qué se hace con tanta basura? ¿A dónde va a parar? Ojalá fuera a algún centro de reciclaje, pero suele ir a los tiraderos de basura.


Aquí les dejo una pequeña galería de fotos sobre la basura electoral:


Aquí ya saben, pinche atascamiento de propaganda.


Los del perredé ensuciando mis calles del sur.


Y aquí contaminación auditiva.


El verde con su propa de plástico.


Recomendaciones de la ciudadanía.


Respuesta del pueblo en la Línea 3 del Metro.


Por lo menos una en cartón reciclado/reciclable.


Y acá el PRD y sus textos mal escritos (Observen la disposición de los signos.)

Comentarios