Qué pinche asco de vida.

Sí, ya sé que igual y esta entrada quedaría mejor en Asco de Vida, pero esa web es bien regionalista y luego no entiendo nada de lo que dicen los ibéricos. Además, el webmaster de mi trabajo es un ojete y no me deja visitar ese sitio. Y tampoco YouTube, ni MySpace, ni Hi5, ni Netlog, ni Facebook (que ni lo uso), ni Blogspot.

–A chingá, y entonces, ¿cómo es que te la pasas posteando todos los días en horarios de oficina?
–Ah, pues gracias al bendito Mail-to-Blogger.
–Órales.


Pero a lo que iba. Hoy es un día del asco. Verán por qué.

Primero, me tuve que levantar bien temprano y con un pinche frío horrible. Imagínense, a mí me desagrada usar ropa al dormir, no descanso bien si la uso. Pues hace tanto frío que dormí con playera y sudadera y bajo tres cobijas.

Segundo, tuve que salir de mi casa, en ropa de cama (la que me puse luego de salir de bañarme) y con el cabello aún mojado, a mover el carro de mi papá (que no tengo ni idea de por qué estaba en la calle) para que el vecino pudiera salir de la calle con su camión de carga (vivo en una calle cerrada).

Tercero, el metro no se quería mover. Odio cuando eso pasa porque experimento una impotencia bien cabrona. Cuando el autobús no se quiere mover, por lo menos le puedo mentar la madre al chofer. Pero cuando el metro no se quiere mover, ¿a quién le mientas la madre? Sobre todo si estás en el último vagón.

Cuarto, llegué con retardo a mi trabajo. Y me imaginó que me van a llamar la atención, porque ya van varios en el mes. Espero que el que lleva el control de las tarjetas lo omita como mi regalito de navidad. :D

Quinto, estoy en mi trabajo. ¿Pueden creerlo? Es 24 de diciembre y vine a la oficina. No estoy diciendo que esté trabajando, porque realmente en estas fechas no hay carga laboral en mi área, pero sí vine. Tengo que venir a cubrir un horario. Mientras la mayoría de mortales está en su casita preparándose para la cena navideña.

Malditos sean todos. Bueno, no. No me hagan caso, es pura y vil envidia.

Como sea, espero que nos dejen salir temprano.

Ah, se me olvidaba, esta pinche gripa no se me quiere quitar.

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