Hace algunos años, no muchos realmente, podíamos ver a ciertos sujetos en las plazas públicas, lugares como la Alameda Central, el Parque México, la Alameda Sur o Coyoacán tenían a su fotógrafo ambulante. Yo recuerdo haber visto a alguno de estos individuos cargando su cámara Polaroid y ofreciendo al paseante un bonito recuerdo al lado de pareja y/o familia, al lado de los compas o con el paisaje de fondo.
Pero esos sujetos ya no existen. Y no quiero decir que se hayan muerto, sino que gracias a ciertas tecnologías poco a poco su trabajo fue siendo innecesario. Ya a nadie le interesa tomarse una foto en un parque a menos que sea con el lente VGA de su teléfono celular, o de unos 2 o 4 pixeles los más equipados o, en su defecto, con su cámara digital.
Es sorprendente darse cuenta de cómo los avances en los celulares han desplazado ciertas cosas que formaban parte de la cotidianeidad. Antes, se subían los vendedores al metro a ofrecer la "calculadora electrónica científica de luz solar que no gasta pilas" (sí, así dijo una vez uno de esos vendedores). Ahora ya no es negocio, ¿quién compraría una calculadora si el celular tiene una aplicación para usarlo como tal?
Incluso el encendedor, o mechero, ha sido desplazado de los conciertos. Cuando hay una rola romanticona al estilo Kumbala o algo así ya nadie saca su encendedor para elevarlo y moverlo de lado a lado, todos sacan su celular y usan la luz de la pantallita.
Wow, cómo pasa el tiempo, ¿no?
Pero esos sujetos ya no existen. Y no quiero decir que se hayan muerto, sino que gracias a ciertas tecnologías poco a poco su trabajo fue siendo innecesario. Ya a nadie le interesa tomarse una foto en un parque a menos que sea con el lente VGA de su teléfono celular, o de unos 2 o 4 pixeles los más equipados o, en su defecto, con su cámara digital.
Es sorprendente darse cuenta de cómo los avances en los celulares han desplazado ciertas cosas que formaban parte de la cotidianeidad. Antes, se subían los vendedores al metro a ofrecer la "calculadora electrónica científica de luz solar que no gasta pilas" (sí, así dijo una vez uno de esos vendedores). Ahora ya no es negocio, ¿quién compraría una calculadora si el celular tiene una aplicación para usarlo como tal?
Incluso el encendedor, o mechero, ha sido desplazado de los conciertos. Cuando hay una rola romanticona al estilo Kumbala o algo así ya nadie saca su encendedor para elevarlo y moverlo de lado a lado, todos sacan su celular y usan la luz de la pantallita.
Wow, cómo pasa el tiempo, ¿no?
si karnal ademas se to olvido mencionar el discman y el estuche de discos en la mochila (en algunos casos en el auto) el despertador en el buro la neta es que yo recuerdo mucho mis años enla secu y la voca donde los temas de dialogo era la mejor lente del reproductor de cd. que este ademas tenia fm. a aquel hasta am. hubo uno con despertar mp3 a hasta vcd, pero ya no hace falta ya pa ke si tines celularque mal plan por lo nostalgico pero que chido por la comodida.... total todo esto es pe decirte ¡gracias por hacer que me acuerde de mis discman!
ResponderBorrarSi es cierto, no me acordaba de estos aparatos que también se vieron olvidados por la llegada de los celulares. Todavía me acuerdo de mis discman Sony con fm, era la neta poder escuchar las noticas en las marchas...
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