"Bienvenido al Estado Mexicano"

Esta frase me caló como una cubetada de agua fría a las cinco de la mañana a mitad de una serenata malograda. Horrible. Y resuena en mi cabeza así como una voz de catacumba una y otra vez. Suena fuerte sobre todo porque en numerosas ocasiones he estado, y sigo estando, en desacuerdo con el Estado Mexicano, esto de tener conciencia histórica no te hace el más dócil ciudadano ni nada parecido

Pero volviendo a la bienvenida tan extraña, déjenme contarles por qué estoy tan aturdido con la frasecita esta. Resulta que, como ya antes les conté, estoy sumamente interesado en la ciencia antropológica. Y en mi país, no sé de otros, las únicas fuentes de empleo más o menos buenas y estables para los antropólogos (llámense antropólogos sociales, antropólogos físicos, lingüistas, etnólogos o arqueólogos) son las que oferta el Estado. Ya sea en instituciones como el INAH o el INALI por ejemplo, o dando clases en alguna universidad (aquí sí están incluidas universidades privadas que se puedan interesar por la antropología). Así que el interesado en estudiar y desempeñar alguna carrera antropológica en este país está condenado (literalmente, :D) a trabajar en el gobierno, porque de otro modo nomás no se puede, o de plano está muy, pero muy cabrón.

La bienvenida que da título a este post, y que ha estado dando vueltas en mi cabeza por ya varios días, la recibí de un arqueólogo bastante respetable en una charla sobre su quehacer científico y mis intereses profesionales. No es tan malo, después de todo, el hecho de trabajar para el Estado (actualmente trabajo para él), pero en serio me dejó perplejo. Y ya, nomás era eso lo que quería compartir, que me quedé un tanto confundido, sacado de onda o como le quieran llamar. Espero que se me pase pronto o en serio me veré en grandes problemas.

Comentarios

  1. Leí tu post anterior y me ayudó a llegar a la conclusión de que tienes razón: El antropólogo, o trabaja para el gobierno de su país o para alguna poderosa compañía interesada en exprimir comunidades en desarrollo... creo que no hay términos medios (puedo estar equivocado).

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  2. Pues mira, no es tan así como lo peor del mundo trabajar para el gobierno. Por ejemplo, en el INALI se dedican a documentar y preservar las lenguas indígenas de México y eso está chido, entre otras cosas. Hay quines se dedican a hacer antropología de investigación para el beneficio del pueblo o grupo humano al que están estudiando y eso también está chido. Aunque hay quienes le ayudan a la CIA y al FBI a derrotar a sus enemigos en el medio oriente, y eso está de la chingada. Pienso que la antropología es como cualquier otra ciencia, puede ser benéfica o puede perjudicar a la gente, depende de la intención del científico.

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