Telenovelas mexicanas educativas

Esto es ya el colmo de la estupidez en el PAN. Como ustedes saben, todos los partidos políticos me parecen una mierda. Pero el PAN se la mata al resto. Es visible que ya antes me han molestado sobremanera las pendejadas que emanan las bocas panistas. Pero lo que acabo de leer en el periódico no tiene comparación. [Acá está el artículo para que lo lean ustedes también]

Resulta que, según nuestro ilustrísimo secretario de educación pública, las telenovelas tienen un enorme potencial para combatir el rezago educativo de nuestro país. O sea, ¿cómo? Que yo sepa nadie ha aprendido a leer y escribir teniendo como tutor a las telenovelas que en México se producen y transmiten.

Dice Lujambio "que la televisión, que muchas veces se le llama la 'caja tonta', puede también ser la 'caja más lista', el instrumento más poderoso para la educación de millones y millones de personas". Cierto, en ese punto coincido totalmente con sus declaraciones. El más claro ejemplo que llega en estos momentos a mi mente se llama Plaza Sésamo. Porque, siendo sincero, yo sí aprendí dos que tres cosas chidas con esos mostros.

Pero que la televisión tenga el potencial para impulsar un cambio no significa que las telenovelas mexicanas sean hoy una herramienta para dejar atrás el rezago educativo. ¿En qué cabeza cabe decir que Juan Osorio (productor de telenovelas) es un promotor de la educación? Entonces, señor Lujambio, deje su puesto para que Osorio lo ocupe.

Ahora bien, si observamos la realidad, resulta que lo que dijo el secretario no está tan lejos de ella. Casi cualquier conversación callejera (y a veces no sólo) gira en torno a lo que ocurre en la televisión. Es casi imposible andar por la vida sin saber qué programas se transmiten por este medio, el horario de la transmisión del partido de soccer o sobre las últimas estupideces que hizo la buena en la telenovela de moda. El buen Monsi no se equivocó cuando dijo que en México existen tres secretarías de educación: la SEP, Televisa y Rius.[1]

P.D. Díjome en alguna ocasión mi amigo Héctor que, el hecho de que haya una mala forma de enseñar no implica que ésta sea antipedagógica, porque lo antipedagógico no existe. Que más bien se debe decir que es una pedagogía inadecuada o que es errónea. Entonces sí, las telenovelas, puesto que forman las opiniones y conciencias de miles de mexicanos, son educativas. O sea, educan de la chingada, pero educan.

[1] http://www.jornada.unam.mx/2009/01/18/index.php?section=cultura&article=a02n1cul

Comentarios

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  2. Sí se puede educar a través de la televisión: "Coma frutas y verduras".

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