Sobre la colecta de la Cruz Roja Mexicana y ciertas actitudes ojetes

Hoy dicen los gritones cruzrojistas en el Metro que la colecta nacional de la Cruz Roja Mexicana de este año termina mañana 30 de abril. No tengo nada contra la Cruz Roja, de hecho hasta me caen bien, son la onda.

Recuerdo que hace ya bastantes años, cuando yo iba en la primaria (o sea en los '90s), la colecta siempre coincidía con el periodo de clases. Este año por alguna bizarra razón la colecta coincidió con el periodo vacacional de la semana santa.

Recuerdo a mi maestra de primero de primaria, era una ojete, nos trataba de la chingada: jalones de oreja, de patilla a los niños, a las niñas les jalaba el pelo que está en la parte baja de la nuca, nos humillaba enfrente del resto de los compañeros, nos pegaba con el borrador, en fin, su método pedagógico era salvaje. Aun así su grupo siempre era el mejor preparado (sentimientos encontrados).

Cuando fue la colecta de la Cruz Roja de ese año, iban a la primaria unos individuos, jóvenes en su mayoría, que traían entre manos una bolsota llena de gomas blancas, de esas que manchan más de lo que borran, y estampadas con una cruz de color rojo. Suponíase que al cooperar con la colecta te darían una goma. La idea era buena, digo, si eres niño y vas a la escuela necesitarás una goma, ¿o no?

El problema venía con la forma en que en mi primaria incentivaban la participación de los niños. Cuando pasó a mi salón el joven cruzrojista fue la maestra hasta él y tomó la bolsa. Pasó ella con todos y cada uno de sus alumnos solicitando la cooperación voluntaria. Yo cooperé, sin broncas, porque me pareció útil una goma. Uno de mis compañeros le dijo a la maestra algo así como "no gracias, yo ya tengo goma", así bien ternurita. La maestra lo vio feo, y le gritó algo así como "no me importa, ¿qué no ves que es para la Cruz Roja?, agarra una, ándale" y le dio su goma y le exigió su "cooperación voluntaria".

Los otros cinco años en la primaria ocurrieron cosas similares, de las que ya no me acuerdo a detalle, pero no se alejaron de esa práctica. Al menos no mientras yo estuve en esa escuela.

Como ya han de saber, trabajo en una dependencia del gobierno federal. Hace dos años, en la colecta de la Cruz, nos pidieron amablemente que nuestra cooperación voluntaria fuera autorizada para ser descontada vía nómina. Sinceramente no autoricé nada ese año. El año pasado no nos preguntaron, simplemente nos aplicaron un descuento, diferentes montos según el puesto que cada quien ocupara. Era una tabla un tanto mañosa, porque en términos de porcentaje cooperó mucho menos el director general que alguien del personal operativo. Este año, nuevamente no nos preguntaron si queríamos cooperar o no. Bueno, hubo un avance, nos preguntaron con cuánto nos íbamos a mochar. Este año sí cooperé.

No sé, no tengo idea si estas donaciones le generen algún ahorro en impuestos a mi dependencia, de ser así, eso explicaría el método que usan para "convencer" a los empleados de que hagan su cooperación.

Como dije al principio de este post, no tengo nada en contra de la Cruz Roja. Lo que me molesta es la actitud de ciertas personas que obligan a terceros a cooperar voluntariamente, culeros.

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