¿Para qué sirve el arte?

Para responder esta pregunta que últimamente ha rondado en mi cabeza no voy a utilizar a ningún teórico (con la conciencia de las implicaciones de actuar de esta manera) sino solo mi experiencia de vida.

En principio, me es necesario generar dos preguntas a partir de la cuestión primigenia: ¿para qué le sirve el arte al artista?, y ¿para qué le sirve el arte al espectador?

Veamos pues. ¿Para qué le sirve el arte al artista?, ¿por qué hacer arte? El crear una obra artística (pintura, cine, teatro, música, danza, etcétera) no puede ser un sinsentido. El artista, implícita o explícitamente trata de comunicar un mensaje o una idea. Algunos lo consideran un espacio para la educación o para alimentar la conciencia social y estimular movimientos políticos. No es mi caso, no creo que sea esa la utilidad vital del arte, para el artista. Considero que para lo que le sirve al creador es para comunicar y liberar. ¿Qué se comunica? Lo que sea. Pero no se hace de forma directa, eso se supone que lo hacen los periodistas. ¿Qué se libera? Tensiones, estrés, energía, el arte es como una válvula de escape.

¿Y al espectador? Esa es una respuesta que me parece más fácil. Si ya he desechado la idea de que el arte es un espacio esencialmente útil para la educación o la política (que no estoy negando que sea válido usarlo para tales fines) entonces la utilidad básica del arte para el espectador no puede ser el adquirir una formación o una conciencia política. A mí, como espectador, siempre me ha servido el arte para mover mis entrañas. No voy a una función de teatro o a una exposición de pinturas para aprender algo, sino para sentir, para experimentar cómo el arte remueve algo dentro de mí. Y ese mover de entrañas no es otra cosa más que lo que algunos llaman sensibilidad, o como le quieran decir. El caso es que el arte sirve para generar humanos sensibles.

En síntesis y en breve. El arte comunica, no necesariamente educa ni politiza. El arte sensibiliza, le da sabor a la vida. (Sí, en este momento recuerdo a Chava Flores y su comparación entre compositores y cebollas.)

Comentarios

  1. La comunicación que mencionas del arte puede no ser entendida por la gente de a pie (la mayor de las veces), o ser mal entendida, lo cual implica un serio pedo según yo lo veo.
    Y aunque depende del arte, la época, el artista y un chingo de cosas, hay artes cuyo principal objetivo fue al menos en su tiempo la propaganda, ejemplos: el réquiem de Mozart, el triunfo de la voluntad de Leni Riefenstahl, el acorazado Potemkin de Serguéi Eisenstein, todo el proyecto de Welthauptstadt Germania de Albert Speer, (aunque a este podría encontrarle mil peros), la creación de Adan de Miguel Angel.... largo etcetera, y como muestra dejo el noveno punto del manifiesto de los pintores futuristas -más militante imposible- "9. Nosotros queremos glorificar la guerra -unica higiene del mundo-, el militarismo, el patriotismo, el gesto destructor de los anarquistas, las hermosas ideas por las que se muere y el desprecio por la mujer"...y no, no es una broma cuel ¬¬

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  2. Creo que esa mala percepción de lo que se comunica no pasa solo en el arte sino con todo...

    Y estoy totalmente de acuerdo con tu comentario sobre la propaganda, ejemplos como López Velarde, el muralismo mexicano, el realismo socialista y demás lo ponen de manifiesto. Pero, como dije en el post, esta disertación se basa única y exclusivamente en mi experiencia de vida.

    Saludos.

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