Remi Jackson y la Banda de los Payasos Negros en el Dobermann Bar, en apoyo al fondeo del 12 Festival Internacional de Cine de Horror de la Ciudad de México "Macabro"

Sí, ya sé que el título está muy pinche largo, pero me vale, necesitaba ser lo más jodidamente específico y descriptivo. Les voy a hablar del espectáculo que dieron Remi Jackson y los payasos negros ayer, 4 de julio. El espectáculo se organizó con la finalidad de recaudar dinero para la realización del festival Macabro, y eso está chido. Pero no estuvo nada chido el evento en sí.


Lugar:
Se hizo en el bar Dobermann que está en la Plaza Madero, en el sexto piso. El espacio está más o menos agradable, tiene un bonito graffiti de un perro doberman, bonito detalle. Tiene dos niveles para los asistentes y el escenario está algo así como en medio. Por cierto, el bar tiene un aroma conocido popularmente como "a choquí". Y la llave del lavabo del baño de hombres se abre al revés.

Servicio:
Malo. El primer mesero sí nos entregó la carta y se vio atento, pero nos cambiamos de lugar. El segundo mesero no nos entregó la carta, le pedimos nuestras cervezas de cortesía y luego se olvidó de nosotros por el resto de la noche, al grado de que uno tuvo que ir a la barra a pedir su bebida. Pidió un tarro de chela con Clamato que sabía a puro Clamato.

Puntualidad:
Pésima. El evento estaba anunciado para las 8:00 pm e inició a las 10:30 pm. No sé a qué se haya debido el retraso, parece que la organizadora del Macabro y uno de los músicos llegaron a las 10.

Audio:
Si uno va a presenciar un espectáculo musical espera que el audio sea decente. Bien, no fue el caso. El bar tiene un equipo deficiente, no cubre el espacio y donde lo logra satura los oídos de los escuchas. En cuanto a frecuencias, el bajo no se oye claramente y todo se carga a medios y altos. Por cierto, usan bocinas aéreas a la altura de la cara...

Sonorización:
También mala. Los cables hacían cortocircuito y a cada rato sonaban ruidos horribles. Los micrófonos para Remi y la corista fallaron varias veces, los tuvieron que remplazar durante el show. En cuanto a los instrumentos: la guitarra sonaba más que todo, el teclado sonaba menos que todo, la batería se oía distante y el bajo solo se oía al tocar slap. Por si eso fuera poco, las voces no se entendían por los efectos que les aplicaron.

Iluminación:
Regular. No estuvo tan mal como el audio. Sí supieron ambientar con luces de colores y móviles. El problema fue que tenían una luz giratoria (de esas de leds que cambia de colores) justo al centro y arriba del escenario que ocasionalmente golpeaba en los ojos a la audiencia. Me imagino que lo mismo le sucedía a los músicos. Ese es un muy mal lugar para colocar ese tipo de luces.

Espectáculo:
A pesar de las malas condiciones, Remi y sus músicos cumplieron con su trabajo. Hicieron un espectáculo agradable aunque muy breve (25 minutos más dos canciones "de regalo"). La interpretación estuvo muy bien, pero los problemas técnicos opacaron su show.

En fin, creo que ha sido el peor espectáculo al que he asistido en el año. Y es una pena, porque Remi Jackson y sus payasos negros son la onda, pero al parecer esta vez la logística no estuvo de su lado.

Comentarios