Una buena despedida

Hace unos días falleció un vecino de la colonia, al parecer de un tipo de cáncer.

A él le gustaba mucho la manera de cantar de mi papá (por si no lo saben, mi papá toca música norteña), así que uno de sus hijos nos pidió (yo toco con mi papá) que fuéramos a cantarle al señor. Algo así como unas rolas de despedida.

Yo nunca había tocado música en un velorio y, la verdad, fue muy fuerte esa experiencia. Estoy acostumbrado a que la gente baile y cante y grite con las canciones que tocamos. Por eso verlos llorar y casi desmayarse fue algo impactante.

Con todo y eso, fue muy grato poder despedir de esa manera al señor. Sobre todo porque era un buen público, es decir, disfrutaba muchísimo de la música norteña. Y ¿qué mejor despedida que tocando su música preferida?

P. D. Cuando me muera, ponen ska, rock, punk, norteña, banda, danzón, salsa, jarocho, chilenas, gipsy, klezmer, jazz, etc...

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