De un escenario a otro y del Centro al Sur

Este fin de semana estuvo lleno de teatro. Lo rudo empezó el sábado con esa caminata por las calles del centro en búsqueda de maquillaje para el escenario. Claro, búsqueda orientada por Itzel, que ella es la que sabe de esas cosas. Había un chingo de gente corriendo como loca de un lado a otro. Mientras en el Zócalo se desarrollaba la Feria Internacional del Libro. Se nos antojó pasar a ver si nos llevábamos algunos cuantos en las bolsas, pero el tiempo corría y llegar tarde a la función no está chido.

Ese día presentamos La casa de Bernarda Alba en un Centro Cultural José Martí lleno. Bueno, la verdad es que al foro le caben unas cien personas, pero igual es emocionante saber que desde temprano había fila para entrar. Y al mismo tiempo es triste saber que hubo gente que no pudo entrar pues ya no había sitio disponible. La función estuvo chida. Las actrices de X'beenotik se la rifaron, la neta.

Después de la función, fui con I a cenar a la churrería El Moro. No sé por qué chingados se me ocurrió pedir un chocolate español. Esa madre está híper mega cabro atascada de azúcar y leche. No lo vuelvo a pedir.

El domingo no es tuvo más tranquilo, aunque he de decirles que me di el lujo de levantarme tarde. Tuvimos una función de cabaret en la Casa Frissac que estuvo de lujo. Me gustó todo, desde el hecho de salir caracterizados a invitar a los paseantes del Centro de Tlalpan, eso estuvo chidísimo. Y creo que a la gente sí le llamó la atención, porque el auditorio se llenó. Toda la gente del taller Viva el Cabaret, Viva la Vida se la rifó, y se divirtió de lo lindo.

Y pues así estuvo el fin de semana, de un escenario a otro y del Centro al Sur. La neta es que me gustó muchísimo.

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