Oda al Metro y al Metrobús

El 3 de octubre de 2012 se me ocurrió publicar en este blog mi respuesta a la antaña pregunta de ¿para qué sirve el arte? Claramente fui (y sigo siendo) sumamente pretensioso. Y claramente hice un intento vago y un poco desorganizado por responder a tan vital cuestión. Bueno, al menos es vital para mí que me jacto de ser artista.

(Si usted, lectore curiose quiere darse una vuelta por aquel post que está a punto de cumplir once años de haberse publicado [¡huevos!, ¿pues cuántos años tiene este blog?] pásele por acá.)

El caso es que hoy quiero agregar algo que una vez leí en no sé dónde, pero que se quedó muy grabado en mi mente: el arte sirve para dejar constancia de las mamadas que se nos ocurren. (Si alguien sabe dónde fue que leí eso, por favor, díganme, no quiero estar plagiando la creatividad de nadie.)

Y como hoy en la mañana durante mi trayecto a la chamba se me ocurrió una mamada, pues lo más lógico y adecuado era dejar constancia de ella en forma de poema. Así nació mi "Oda al Metro y al Metrobús". Disfrútenla.

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Oda al Metro y al Metrobús

A veces
los cuerpos recuerdan
que son sesenta por ciento agua.

Y fluyen
desde la puerta de acceso
hasta el asiento que se acaba de desocupar.

Y fluyen
desde la mitad del pasillo
hasta la puerta que se abre para salir.

A veces
los cuerpos recuerdan
que son fluido como lo es el agua.

Carlos Salvador Basaldúa Mendoza
Mamada pensada el 22/09/2023

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