El pizarrón blanco del jale

Les cuento:

El lunes 11 de septiembre de 2023 transcribí un poema de Esteban Ríos Cruz en el pizarrón blanco que está justo frente a mi escritorio en el nuevo edificio que está ocupando el instituto para el que trabajo. (Uff, está perro decir lo anterior de una sola respiración, pero me vale.) Y desde ese día, cada lunes he dejado un nuevo texto.

"Piel de agua", en español; "Guidiladi nisa" en diidxazá, o también conocido como zapoteco del istmo, es el título del texto que elegí. Y, antes de compartirles ese primer poema, déjenme contarles más cosas.

Por ejemplo, que decidí compartir poesía en lenguas no hegemónicas en mi chamba, porque trabajo para un instituto que atiende a la población indígena de mi país y mucha banda no tiene conocimiento de los pueblos indígenas para los que trabajamos. Ahora al menos ya saben que escriben poemas chidos.

(Sí, ya sé que quizás el concepto indígena no sea el adecuado, pero permítanme hablar en los términos del Estado, nada más porque acá, en la chamba, el instituto es parte del Estado y de menos estos términos deberían ser conocidos...)

También quise compartir poesía en ese pizarrón porque me cansaba de verlo ahí enfrente de mí, todo blanco, todo vacío, todo sin propósito ni aprovechamiento. ¿Y si escribo un poema para que la banda que pase por mi área lo lea? ¿Qué podría pasar?

Bueno, pasaron varias cosas.

Primero que sí los leyeron, y la neta siento chido cada vez que alguien de mi área o de la banda que viene a ver temas del jale se detiene a leer lo que les dejo en ese pizarrón blanco.

Luego, durante al menos unas tres o cuatro semanas fue un misterio la aparición de poemas en el pizarrón. Cosa que también fue bastante divertida, porque sí notaban que había un escrito nuevo, pero se preguntaban quién lo hacía y por qué. Yo, por supuesto, no decía nada, era divertido ver cómo trataban de desvelar el misterio.

Ya después me vieron transcribir uno y ahí pasaron otras cosas: hubo quien me agradeció por hacer la curaduría de los textos, hubo quien me ayudó con la pronunciación de algunas palabras, incluso hubo quien dijo que usaría el pizarrón de al lado para escribir en náhuatl... (porque hay otro pizarrón juntito al que yo elegí usar y también está todo blanco, todo vacío, todo sin propósito ni aprovechamiento)... cosa que no ha hecho y ahora pienso que solo lo dijo por cotorrear.

En fin, que desde el 11 de septiembre hasta hoy, 31 de octubre, he compartido ocho poemas en ese pizarrón. Y cada vez que lo hago también comparto fotos del texto en mis perfiles de X y Facebook (les puse el hashtag #ElPizarrónBlancoDelJale para ubicarlos más fácilmente), si gustan, pásenle por allá a ver las publicaciones al respecto.

Y bueno, este post ya está un poco largo y creo que es momento de terminarlo.

Yo pensaba poner aquí el primer poema y luego ir actualizando el post con los demás, pero creo que mejor no, porque qué hueva estar editando el mismo post cada lunes. Mejor haré una etiqueta (como si este blog no tuviera ya un chingo de etiquetas) y pondré cada poema en un post propio y sí, les voy a poner la fecha de cuando los dejé en el pizarrón blanco del jale, lo cual hará que cronológicamente empiecen a aparecer antes que este post, que es donde explico qué pedo... ni pedo.

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