Ya le bajé un mucho a mis obsesiones.

He estado revisando este blogcito y me hallé con un post del 7 de diciembre de 2017, o sea, de hace casi ya seis años y creo que es momento de responderme a mí mismo.

I. Ortografía y gramática. Pues nel, ya no corrijo a nadie a menos que me lo soliciten y siempre atendiendo al contexto. Lo cual está chido porque ya no hago lo que viene siendo el encabronamiento. No, ya no me arden los ojos cuando encuentro faltas de ortografía aunque estén en documentos oficiales.

II. Los billetes… bueno, en esto sí sigo siendo mamón, hay cosas que no son fáciles de cambiar. Además, es más práctico encontrarlos si están bien organizados.

III. Dobleces en los papeles. ¿Neta esto me obsesionaba? Chale, mi yo de 2017 debía tener pesadillas muy raras.

IV. Formato en un archivo de texto. O sea… sí, sí es incómodo un archivo que de repente cambia la tipografía o que no tiene un formato coherente, pero tampoco es algo que deba quitarme la tranquilidad, ¿verdad?

V. La conjugación en la segunda persona en pretérito del indicativo. Banda, si la banda quiere decir "fuistes" en lugar de "fuiste", relájense un chingo y dejen que lo diga como lo quiera y pueda decir. Ah, y aplica para otras conjugaciones como "haiga" en lugar de "haya". Que, finalmente son más lógicas que las que defiende la rancia RAE.

En fin, que en resumidas cuentas sí sigo siendo mamón, pero ya no ando de policía de la escritura con naiden

O, lo que es lo mismo: si usted me conoció cuando era un mamador de la ortografía y la gramática, permítame presentarme de nuevo.

Comentarios

  1. Un gusto volver a leerle :) ver que las cosas se fueron dando de tal forma que viajamos más ligeros y disfrutamos más.
    Saluditos.

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