Chao Monsi, chao Saramago

Chin, qué poca madre de la Muerte, se llevó a dos chingones de las letras. La lusósfera y la hispanidad estamos de luto por las muertes de José Saramago y Carlos Monsiváis. Cierto es que ya andaban dando las últimas, pero pinche Muerte que no mame, ¿cómo no se lleva a Luis Echeverría?, o, hablando de letras, ¿por qué no se llevó a C. Cuauhtémoc Sánchez y a quien haya escrito esa mamada del monje y el Ferrari?

Pero ni pedo, así es de ojete la Muerte, esa Muerte a quien sólo se me ocurre pedirle que "pierda su asquerosa y brutal puntualidad". (De paso un saludo a Mario, a más de un mes de su primer aniversario luctuoso.)

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