El arte humaniza, sensibiliza y, sin lugar a dudas, forma excelentes seres humanos (salvo algunas excepciones). Y de todas las artes son la música y el teatro las que siempre me has fascinado más que el resto.
La música entra por los oídos para llegas hasta los pies y hacerte bailar. Para llegar hasta los ojos y robarte unas lágrimas. Para llegar a los labios y plantarte una sonrisa de oreja a oreja. La música es capaz de transportarnos a cualquier lugar y a cualquier situación. Es capaz de hacernos sentir bien en cualquier momento de nuestras vidas, como también puede hacernos sentir de lo peor, claro.
El teatro me fascina por esa capacidad de integrar en sí a todas las demás artes, se vuelve la actividad artística más completa. En él confluyen la literatura, la pintura, la música, la danza y todo lo que quepa en la imaginación de directores, actores y espectadores.
Habiendo dicho y explicado mi fascinación por las artes prosigo a platicarles algo que me parece que está bien chido, y que involucra a la música como personaje principal. Resulta que los señores de Mexicanto se van a dedicar a enseñarle a chavos que ni estudian ni trabajan, los llamados ninis (pinche nombre tan más mamón), a tocar la guitarra. La idea es que tengan algo en qué ocuparse, que hagan de la música parte esencial en sus vidas. Se supone que quienes logren ejecutar chido la guitarra podrán conservar en sus manos el instrumento con el que aprendieron. La Sedesol y la Fundación Hermes Music pondrán los instrumentos, mientras que los mexicantos se encargarán de impartir las clases a estos chavos.
Me da gusto saber que todavía hay gente en el gobierno que se interesa por sensibilizar a sus gobernados. Y me da gusto que los músicos se lancen a compartir lo que saben. Espero que este programa tenga un chingo de éxito. Más información: La Jornada.
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