Gente en la calle

Caso 1

Camino por el centro de Coyoacán, voy del Jardín Centenario al Jardín Hidalgo. A la distancia, unos 5 o 6 metros, oigo que un hombre de edad avanzada y "bien vestido" comienza a vociferar en contra de alguien que no ubico.

Busco con la mirada y no doy con el objetivo de los improperios del señor. Comienzo a sospechar que se dirige a mí.

En efecto, es a mí a quien le grita cosas como "pinche idiota", "hijo de puta" o cosas como esas. Hago memoria y no, no recuerdo qué pude haber hecho para provocar las molestias de ese hombre. Así que, sin hacerle caso, sigo caminando.

Él apresura el paso para reducir la distancia que lo separa de mi persona. Me imagino que intentará golpearme o algo por el estilo. No, como a un metro de distancia reduce la velocidad y sigue mi paso, claro, sin dejar de proferir insultos al por mayor.

¿Qué pedo con esta gente?

Cruzo Felipe Carrillo Puerto, este individuo no, simplemente se queda en la orilla de la banqueta y sigue gritándome chingaderas.

Caso 2

En el cruce de una importante calzada del sur de la ciudad con el anillo Periférico hay un puesto de dulces donde a veces me detengo a comprar un cigarro. Ahí está sentado, acompañando al vendedor, un hombre de entre 25 y 35 años, cabello chino, lentes delgados, tez clara, ojos oscuros, trae chamarra de piel, camisa blanca, pantalón de vestir oscuro (no distingo si es negro o gris oscuro) y zapatos negros de esos que no usan agujetas.

Compro un cigarro y un chocolate estilo suizo en barra. Se dirige a mí el acompañante del vendedor:

—¿Eres de Guerrero?
—¿De Guerrero? No.
—Tienes perfil como de Guerrero, como de los Brito. Tienes como rasgos de español y allá muchos tienen esos rasgos.
—Pues... yo soy de Guanajuato, pero igual y mis ancestros anduvieron por allá en Guerrero...
—¿De Guanajuato? ¡Hombre! Mucho gusto, yo soy de allá también, soy de León, ¿de qué parte eres tú?
—Pues de más cerca de Querétaro, por San José Iturbide.
—Ah, ya, por allá pegó mucho el español.
—Ha de ser, según mi apellido es vasco. Vale, hasta luego.
—Sale paisano, hasta luego.

Comentarios

  1. Caso 1
    De esas veces que te preguntas qué es lo que le pasa a la gente para que se le aloca la chaveta de esa forma...o de plano uno es el que está mal.

    Caso 2
    Cuando quieren proyectar en uno sus frustraciones o sueños...cualquiera de las dos opciones se aplica
    ¡Saludos!

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  2. Ja ja, sí, pinche gente loca. Saludos.

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