El 4to aniversario de Triciclo Circus Band

Nota previa: perdonen la tardanza, ya sé que esto fue hace medio mes, pero más vale tarde que nunca.

Caminábamos por las calles del centro de la Ciudad de México bajo una ligera lluvia. Nuestro destino era el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, donde fue programada la celebración por el cuarto aniversario de Triciclo Circus Band. No me digan que no conocen a la Triciclo, si es así, antes de seguir leyendo este post diríjanse a este enlace, por favor.

Muy bien, el caso es que llegamos como a eso de las 7:40 y buscamos nuestros asientos. Yo me preguntaba, ¿cómo será la celebración de Triciclo en un lugar con asientos? El teatro estaba medio lleno y poco a poco el resto de la gente fue llegando.

El espectáculo comenzó en punto de las 8 pm. Iniciaron con una pieza que no reconocí, al parecer es nueva en su repertorio, y estuvo acompañada por una bailarina de ballet. La primera hora del espectáculo estuvo llena de sorpresas, invitados, performance, baile y un montón de cosas más. Vimos a Krustovsky bailando tap, o por lo menos haciendo el intento. Una suerte de fusión de la música de Triciclo con son jarocho. Un ensamble vocal troleando a Alejandro en lo que resultó una serenata fallida. El parto de un trombón. A Óscar bailando con una sombra. Y hasta una petición de matrimonio por parte de uno de los bailarines en escena (¡ultra cuuursiiiiii!).

Foto tomada del muro de FB de TCB (www.facebook.com/triciclocircusband)

Hasta ese momento comentábamos que el espectáculo estaba siendo bueno, pero le faltaba la esencia triciclera que es sin duda la interacción con el público. Quienes hayan presenciado antes un concierto de esta banda defeña no me dejarán mentir, la interacción que logran con sus escuchas es tan buena que sin ella es difícil pensar un show de estos músicos. Hacía falta, les decía, más Triciclo Circus Band y un poco menos de performance.

El caso es que al cabo de una hora de show presenciamos nada más y nada menos que la aparición de una telota blanca. Así bien grande, que cubrió todo el escenario. "Qué posmos", pensamos. Pero, ¡oh sorpresa! En esa telota proyectaron por primera vez (o sea, estrenaron) el video de Excusez Moi. La gente coreaba la letra a todo pulmón mientras no despegaban la mirada de la proyección.


Terminó el video, retiraron la telota y detrás apareció la banda, ya en actitud de “vamos a hacer un desmadre”. Cambió la iluminación, prendieron las máquinas de humo y ahora sí, dieron inicio a lo que tantos esperábamos: un concierto al más puro y festivo estilo de la Triciclo Circus Band.

El público se puso de pie, bailaba, brincaba, cantaba a todo pulmón. Cerca de nuestros asientos estaba la familia de dos de los músicos, se les notaba la felicidad y el orgullo de ver a los suyos provocando la alegría de tanta gente, no paraban de tomarle fotos a la audiencia. Fueron dos horas de bailar, brincar, slamear (con ese sabroso duranguense slam que se llama No corro, no grito, no empujo), que por cierto, casi me parten mi madre con ese slam :D

Al final del concierto salieron a escena todos los invitados y la lluvia de aplausos parecía eterna. Fue una celebración en toda la extensión de la palabra. Salimos más que contentos. Y claro, aprovechamos para comprar un ejemplar de su primer álbum.

P.D. ¿Quieren ver a esta banda en vivo? Mañana 6 de julio estará en el Centro Nacional de las Artes a la 1:30 pm.

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