"Cuando 50 minutos no bastan", o "La precocidad de Oi-Skall Mates"

Ayer nos lanzamos, VK y yo, al Nutty Ska Festival, solo porque nos late harto la música de Oi-Skall Mates. Mi valedor estuvo al pendiente de la salida a la venta de los boletos y, no me acuerdo bien de la fecha, pero los compró al segundo día de que los pusieran disponibles. Eso estuvo chingón porque pagamos solo el 54% de lo que la banda pagó el día del evento ($500). La expectativa era grande. Se trató de la primera visita de esta legendaria banda de ska a nuestro país.


Llegamos al Centro de Convenciones Tlatelolco y lo primero que notamos fue que, como suele suceder en casi cualquier lugar, había una especie de código de vestimenta implícito. Y sí, era porque había un chingo de skins. Por un momento me sentí raro por no llevar la vestimenta "oficial", pero luego me valió madres.

Abrieron las puertas tarde, como con una media hora de retraso. Nosotros nos aguantamos otra media hora para entrar, porque sí. La seguridad es una mamada. A VK le pidieron que dejara sus cadenas que usa como llaveros en la paquetería, y adentro vimos al menos a tres cabrones con sendas cadenotas colgando de sus pantalones. Yo, la neta, preferí no llevar la mía, ya sé que se ponen roñosos.

Confiésoles algo, nunca había entrado al Centro de Convenciones Tlatelolco y está feo, la neta. Su área para fumadores era una especie de pecera sin salida ni entrada de aire además de la puerta. La acústica está de la chingada y la ventilación peor. Es de conocimiento general que en un toquín como el de ayer siempre se oirá mejor cerca de la consola de audio, bueno, ayer no se oía bien en ningún lado. Claro, en las orillas se oía más culero. Y en un punto intermedio entre las paredes y la consola el delay por el rebote era horrendo. Al final encontramos un punto donde estaba aceptable el sonido.

Cuando entramos esta poniendo rolas un tal Roberto de las Torres, que dicen que es de los mejores pinchando vinilos con el ska más chingón de Jamaica. Y pues sí, puso puras rolas chingonas. Pero no me gusta cómo habla el fulano. Después subió al escenario la Western Standard Time Ska Orchestra, y el audio mejoró un poco. Tienen un estilo ska jazz bien sabroso, aunque he de decirles que con el pinche calor que hacía adentro, me arrulló más de lo que esperaba. Tocaron chido, con todo y que los micrófonos fallaban, según recuerdo fueron unos 90 minutos de la WST. Según dijeron, iba a cantar con ellos Greg Lee, pero solo los acompañó con tres canciones. Hubo un intermedio en el que volvió a tocar el DJ De las Torres. Y después hicieron su aparición los japoneses de Oi-Skall Mates.

Fue un momento de mucha adrenalina. La banda coreaba y se desgañotaba ante la presencia de los orientales. Y empezó el desmadre chido. Tocaron impecablemente y la banda skankeaba felizmente aunque los nipones ejecutaran casi puras rolas de su más reciente producción. Ya luego tocaron de las más clásicas y las gargantas de los asistentes llenaron el espacio con sus coros. Estaba chingona la fiesta. Y entonces acabó el set. No fue ni una hora lo que tocaron y, la neta, eso encabronó al público asistente que comenzó a gritar "culeros". Salieron los músicos isleños y todos nos ilusionamos. Solo fue para tocar una instrumental de un par de minutos.

Yo no vi, peo VK me asegura que, ante la euforia del público, uno de los músicos hacía ademanes al vocalista, como para convencerlo de seguir tocando, pero éste negaba con manos y cabeza. Total, que fue algo así como un faje interrumpido, como que no llegamos ni a primera base. Neta, no traes a una de las orquestas ska más legendarias del Japón para que toquen sus rolas nuevas, que casi nadie conocía, y un set de solo 50 minutos. Sí esperábamos al menos una hora y media, como la WST.

En fin, nos salimos del lugar y a la fregada. Por cierto, no fuimos los únicos en encabronarnos, acá les dejo unas capturas de la página del evento en Facebook.











Y para que no haya lugar a dudas, sí estuvo chingón escuchar en vivo a los Oi-Skall Mates, pero fue tan poco el tiempo...

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