¡Wikipedia nos copió!

Hace poco les dije que la Wikipedia es una cosa del demonio. Y no me voy a retractar, lo es y punto. El caso es que en una charla electrónica con Chabelita, hemos llegado a la conclusión de que realmente nosotros también lo somos. Es decir, nosotros humanidad. Porque, si bien es cierto eso de que en la mentada enciclopedia hay hiperenlaces al por mayor que nos llevan de un sitio a otro, de una referencia a otra más, de un tema a otro y a otro y a otro y al final llegamos a un punto que nada tiene qué ver con el sitio de partida, también es cierto que eso nos pasa en las conversaciones diarias.

¿Cuántas veces no comenzamos a platicar de los churros rellenos de Coyoacán y terminamos hablando de la última temporada de Dr. House? O ¿cuántas hemos comenzado a hablar de la Revolución Cubana para concluir nuestra plática con una receta para hacer chilaquiles bien crujientes en su salsa verde y su par de huevos estrellados? Y fíjense bien y se darán cuenta de que, en una conversación natural, saltamos de un tema a otro sin el menor inconveniente. Volvemos al inicio, volvemos a la parte media y seguimos tomando nuevos temas.

Me parece que esta característica del lenguaje es muy bella, porque no nos aburre en un sólo tema hasta agotarlo, sino que viajamos de un lado a otro, de una arista al más lejano. Un ejemplo muy bueno de este proceder en las conversaciones humanas es la versión en vivo de "Las Flores" de Café Tacvba que, en su parte final, dice algo como:
Ay, quita, quita, quita
quítame dolor y pena
debajo de tu rebozo
se pasa una noche buena
buena es la buena memoria
memoria del que se acuerda
se acuerda de san Francisco
san Francisco no es Esteban
Esteban no es ningún santo
santo es aquél que le rezan...
¿Lo ven? Así nos pasa cuando estamos platicando naturalmente. Vamos de aquí para allá y de vuelta para volver a saltar hacia un nuevo punto sin ningún problema. A fin de cuentas, ¡nosotros también somos cosa del demonio! Y nuestras conversaciones están plagadas de hiperenlaces.

Quizá la Wikipedia, en su afán de ser editada por cualquier hijo de vecina, se ha asemejado demasiado a una conversación natural entre humanos. No sé qué tan bueno sea esto, pero lo que sí puedo decir es que estamos ante una cosa fenomenal.

Por cierto, este título tan acusativo es sugerencia de la mismísima Chabelita.

Comentarios